sábado, 2 de abril de 2011

El origen de las Cruces de Mayo

El origen de las fiestas en honor a la Santa Cruz se pierde en el tiempo. Aunque desde el punto de vista religioso parecen tener su origen en el hallazgo, por parte de Santa Elena, de la cruz donde murió Cristo, lo cierto es que existen referencias populares de la fiesta por parte de los romanos.

La historia, con mucho de leyenda, comienza en el sexto año de reinado del emperador Constantino al estar éste enfrentándose contra los bárbaros a orillas del Danubio en una batalla cuya victoria se antojaba a priori imposible a causa de la superioridad numérica del ejército enemigo.

Una noche Constantino tuvo la visión en el cielo de una cruz brillante y, encima de ella, la inscripción "In hoc signo vincis" que se puede traducir como "Con esta señal vencerás". El emperador mandó construir una cruz y la puso al frente de su ejército, que entonces venció sin dificultad al ejército enemigo.

Una vez finalizada la guerra, Constantino decidió averiguar el significado de la señal de la cruz, lo que le llevó a bautizarse en la religión cristiana e incluso a enviar a su madre, la que pasaría a la historia como Santa Elena, a Jerusalén en busca de la verdadera Cruz de Cristo.

Una vez en la ciudad sagrada, Elena mandó llamar a los más sabios sacerdotes con el objetivo de hallar el lugar donde se encontraba la tan ansiada Cruz. En el monte donde la tradición situaba la muerte de Cristo, encontró tres maderos ensangrentados ocultos y para descubrir cuál de ellos era la verdadera cruz en la que falleció Cristo, colocó una a una las cruces sobre un joven muerto. Al serle impuesta la tercera de ellas sobre el cuerpo el joven resucitó.

Santa Elena murió rogando a todos los que creyeran en Cristo que conmemoraran siempre el día en que fue hallada la Cruz.

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